La confianza interpersonal está bajo mínimos. Algunas estadísticas apuntan al 12% solamente.
Estoy tratando la interpersonal, no la que tenemos con Gobierno, Estado o Cabildo.
¿Qué factores hacen que aumente? Entre los más repetidos, la inteligencia.
En Julio 2014, durante un ‘trail’ en Irlanda, describí, en forma de pirámide, cómo llegar a la confianza (cima) desde la inteligencia (base). Una ascensión ardua, llena de ‘obstáculos’ (valores) y ‘dificultades’ (actitudes).
Efectivamente, parece ser que las personas inteligentes son más propensas a confiar en los demás. Quizá, las personas más inteligentes saben juzgar mejor el carácter de los otros, por lo que tienden a establecer relaciones con las personas que son menos propensas a traicionarlos.
En cualquier caso, es un hecho que la confianza es un recurso valioso para un individuo, y no es simplemente un indicador de la inteligencia. Incluso, las personas que confían en otros parecen reportar una mejor salud y una mayor felicidad.
Hemos de aumentar la confianza con los demás y cultivarla en la sociedad y en nuestro lugar de trabajo. Es muy evidente la importancia que la confianza genera en nuestros Clientes aunque no lo es tanto que el personal de la empresa debe ser tratado sobre la base de la confianza mutua.
La desconfianza interpersonal en el trabajo atenta directamente contra la eficiencia. Está demostrado que las organizaciones con una fuerte confianza y cooperación entre sus miembros, eliminando la competencia, son más exitosas.
Si queremos subir a la cima de la pirámide y aumentar nuestra confianza, de nuevo aparece el reto del cambio en nuestras actitudes y comportamiento.
Adelante!