La Cuidad de Puebla es un pésimo lugar para conducir. Sin duda alguna, y como dicen las estadísticas, el peor en México y de los peores en todo el Mundo.
Está comprobado que saltándonos las reglas de circulación no llegaremos mucho antes a nuestro destino. Además, podemos ocasionar un accidente con un alto porcentaje de tener repercusiones graves o muy graves, no solamente el conductor, sino también pasajeros, peatones, ciclistas, motociclistas, …
Aun así, observo a diario que una gran parte de conductores sigue manejando fuera de toda normativa. Sobre todo por las mañanas cuando acuden a sus lugares de trabajo y/o a los colegios de sus hijos. No importa edad, ni género, ni clase social, ni tan siquiera la responsabilidad que ocupan en sus lugares de trabajo.
Me pasan por la derecha e izquierda, a 60km, 70km, … sin respetar límites de velocidad , ni direccionales, ni la mayoría de las normas básicas.
Conducir con esta agresividad no es relajante. ¿Con qué tranquilidad y sosiego llegarán los directivos a sus lugares de trabajo para afrontar la jornada y dirigir una organización y a las personas que en ella prestan sus servicios?
Parece que el motivo es claro. Pregunté a varios conductores y conductoras:
¿Por qué corres? Porque voy tarde…
¿Saliste tarde de casa? Sí, porque me desperté tarde, fui a dormir tarde, bastante tarde. Ya sabes,… ayer llegué tarde a casa; muchas tareas,…
La solución también parece obvia: todos ellos necesitan más tiempo.
¿Quizá un día de 30 horas? No. Tan sólo hay que salir antes de casa.
Es evidente que necesitamos jornadas laborales más razonables y flexibles que nos permitan tener ese espacio de tiempo libre que hoy muchos carecen.
Pero sobre todo, se requiere un cambio de actitudes. Puebla se merece dar ejemplo y cambiar conductas y comportamientos que repercuten negativamente, no sólo en el tráfico, sino también en el entorno profesional, privado y social.
Empecemos con lo que tenemos a nuestro alcance y nunca mejor dicho, en nuestras manos.
Luego, nos será mucho más fácil cambiar las grandes cosas que todos queremos para esta Cuidad y País. Al menos, tendremos tiempo para ello.
PD: De manejar con el celular en la mano, ya hablaremos otro día…