Lo sé, el gris no es el color más padre. Ni por asomo.
Prefiero el verde, el azul, el amarillo, el rojo,…incluso el café.
Lo sé.
Pero, cuando asisto a un espectáculo humano de pensamiento dicotómico, en blanco y negro, no deseo otro color en mi espectrograma que, por supuesto, el gris.
O eres líder o no eres nada.
O el que más vendes o no sirves.
O el más rápido o no caminas.
O el más guapo o feo. O el más alto o chaparro. O sensato, o absurdo.
Afortunadamente, no todo es polaridad. No todo es blanco o negro. Hay gradaciones.
Efectivamente, Raimon, cantautor valenciano, en su canción ‘Tots els clors del verd’ (‘Todos los colores del verde’) hace referencia a la extensa diversidad de verdes que existen en el paisaje natural del País Vasco. Que belleza!
La vida no es sólo de dos tonos.
Hay gris claro, gris obscuro, gris intenso, gris mate, brillante, atenuado, satinado… y muchos más.
Despójate de tu chamarra bicolor. Suspéndela, aunque sea por un momento.
No lo veas todo en blanco y negro. Hay opiniones diferentes a tus creencias y opiniones, a tu pensamiento pasado.
Abre tu voluntad, y empieza a amar el ‘gris’ en el lugar más difícil de hacerlo: tu lugar de trabajo.
Si sustentamos opiniones diferentes no podremos trabajar en equipo.
Y todos tenemos algo en común.
El saber encontrar otros tonos, que tan sólo el blanco y negro, o caminos como el norte y el sur, o tendencias como la izquierda o la derecha, te abrirá a un futuro donde todos comenzaremos a conocernos y a confiar lo suficiente en los demás como para poder establecer una relación basada en la colaboración.
En CARDIAN44 nos gusta el gris (aunque preferimos otro) :-)