La vi por primera vez en el bosque, cerca de casa. En esa ocasión, yo caminaba de la mano de Don Silencio, un buen amigo donde los haya; todavía hoy sigue acompañándome cuando voy a visitarla.
Recuerdo aquel día como si fuera hoy. Oía de forma sincrónica el sonido del viento en las ramas de los árboles, mis pisadas sobre la hojarasca y mi respiración.
Y, de repente, hice un descanso, y ella apareció.
- “¿Qué te sucede Doña Soledad?, últimamente te veo enojada” – Le pregunté, emocionado y con gesto de risa.
- “Necesito despedirme urgentemente de los que me visitan y se quedan conmigo" -, me respondió.
…
- “Me sorprendes, vengo a verte y me encanta dialogar un rato contigo, ¿qué diferencia hay?”
- “Ellos se refugian y se pierden en mí. No encuentran la forma ni el momento de salir de mi casa. ¿Tan difícil es?”
Ciertamente, citarse con Doña Soledad no es para nada fácil, nos incomoda y, a veces, podemos quedarnos atrapados en ella, sin saber como salir.
Como dijo Soren Kierkegaard, 'Aventurarse causa ansiedad, pero no aventurarse es perderse a uno mismo.... Y la mayor de las aventuras es precisamente ser consciente de uno mismo'.
Doña Soledad es única e intransferible. No renuncies jamás a conocerla. Yo confío en ella, es más, la amo. Siempre sonriente, vestida como de costumbre, tremendamente sola. Humilde y abierta a su intimidad.
Desde que la conocí, la veo de vez en cuando. Frecuento con ella casi a diario, cuando hago espacio en mí día a día. Sé dónde buscarla, dónde vive, lo que hace. Ella siempre tiempo para mí. Es un lujo comprender y comunicarse con ella.
- Gracias por ser fuente de mi inspiración, Doña Soledad -, le comenté ya al despedirme.
- Te agradezco la visita, sabes que eres siempre bienvenido y que tenemos mucho en común –
Efectivamente, Silencio y Soledad es la combinación perfecta que tod@ líder necesita para reflexionar cómo ser mejor persona y desplegar su propio futuro así como el de la organización donde trabaja.
Una mezcla idónea para escuchar profundamente tu interior y conectar con tu exterior.
Llegarás a ser receptivo a las coincidencias aparentes o encuentros inesperados. Aquello que te hará crecer y crear.
Ábrete, acércate a ti y atrévete a dar forma a tu futuro.