A causa de la pandemia Covid 19, la vida se nos presenta en un escenario surrealista nunca acontecido ni jamás imaginado que sucedería en un futuro tan cercano.
Debemos quedarnos en casa para evitar la propagación de nuevos contagios y, por consiguiente, evitar las lamentables pérdidas humanas y el bloqueo de los hospitales.
Al mismo tiempo, también estamos preocupados por las causas que originaría tener un mundo improductivo durante un medio y largo tiempo, con las consecuencias inimaginables de una crisis económica sin precedentes.
En mi opinión, de este nueva situación se deriva algo más que salud y economía. Hay un mensaje, de carácter ético, muy importante y va dirigido a toda la humanidad. Soy de los que piensa que la madre naturaleza nos ha mandado un primer aviso. Nuestra obligación ahora, es escucharla y comprender.
Aprovecha estos días. Escucha el silencio, en tu calle, en tu pueblo o ciudad, y comprenderás que hay algo más profundo. Preguntémonos todos si queremos seguir explotando la naturaleza sin límites. Desafortunadamente se trata una vez más de elegir entre individualismo competitivo (todos contra todos) o comunidad sostenible (colaborando en favor de la vida).
Creo que es un nuevo y claro ejemplo de que los pensamientos, actitudes y acciones de cada uno de nosotros son el desencadenante del bien y el mal en nuestro mundo, y de su futuro.
En esta ocasión, quizá sólo haga falta que una persona más se quede en casa para doblegar la tendencia de esta infección. Y ojalá, en un día no muy lejano, sólo haga falta una persona más para darse cuenta que la competitividad egoísta no ayuda a la humanidad, o lo que es lo mismo, el individualismo no ayuda a la comunidad.
Ánimos a todos los que no pueden quedarse en casa, especialmente a los trabajadores de la salud.
¡Nos toca cuidarnos a todos!
@cardian44.com
Imagen: Les aventures de Tintin - ‘Tintin au Tibet’ - Hergé
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